AFEITADO TRADICIONAL A NAVAJA

Nos adentraremos esta vez en una de las técnicas de barbería con más tradición y ritualismo que podemos encontrar: El afeitado tradicional a navaja.

El ritual

El ritual del afeitado es una gran tarea que muchos profesionales han dejado de lado. Es un servicio que puede otorgar al barbero profesional una categoría que lo distinga del resto, que es realmente escaso el número de barberos que realizan ésta tarea con maestría.
Ésta técnica combina hidratación, delicadeza, templanza y elegancia, es sin duda alguna un espectáculo visual y por supuesto un absoluto placer para aquel a quien va destinado.

El cliente que acude a la barbería y solicita un servicio de afeitado lógicamente lo hace con el pensamiento de recibir un trato y resultado diferente al que podría obtener él afeitándose en su casa. Se convierte más bien en una exigencia de su propio momento de relajación y comodidad.

Debemos colocar al cliente en el sillón, invitándole en todo momento de forma educada y sutil, con un tono de voz agradable que motive la relajación, no olvidemos que es un ritual que invita justamente a eso, a la relajación y al disfrute, por lo que debemos tener en cuenta que la música hambiente tiene que ser relajante y estar a un volumen adecuado.

Colocamos una capa sobre el cuerpo del cliente previamente recostado sobre el sillón, posteriormente colocaremos una toalla sobre la capa abierta y doblaremos camisa, capa y toalla de manera tal que nos quede bien descubierta la zona del cuello que queremos afeitar y a su vez protegemos la ropa del cliente del agua y la espuma de afeitar.
En un bol verteremos agua muy caliente e hidratamos la brocha por al menos un minuto y escurriéndola muy bien procederemos a humectar el rostro del cliente con pequeños movimientos en forma circular para abrir bien los poros de la piel.

paso 1

paso 2

Procederemos a colocar algún tipo de bálsamo o aceite pre afeitado para generar una capa que favorece el deslizamiento de la cuchilla de afeitar y así generar menos roces con la piel que puedan causar enrojecimiento o irritación.

Es en este momento cuando podemos aprovechar para hacerle un masaje relajante en la cara del cliente, además de contribuir a su relajación ayudamos a que el aceite o bálsamo penetre mucho mejor en el poro de la piel.

paso 3

Doblamos una toalla y la empapamos con agua muy caliente, luego procedemos a colocarla sobre el rostro del cliente durante un minuto. Es importante que no transcurra demasiado tiempo porque el agua contenida en la toalla comenzará a enfriarse y realizará el efecto contrario al deseado que es el de abrir el poro, dilatar y reblandecer el vello facial, además de relajar los músculos de la cara, la toalla ha de colocarse y quitarse cuando aun este caliente, si es necesario este proceso se puede repetir dos veces o si tenemos un vaporizador de agua podemos dejarlo con un baño de vapor por al menos dos minutos.

paso 4

Mientras tenemos la toalla colocada sobre el rostro del cliente, llevaremos a cabo la preparación de la espuma de afeitar, crema de afeitar o el jabón, en todo caso debemos generar una espuma lo suficientemente densa como para que resista el mayor tiempo posible sobre la piel sin perder sus facultades. Si comienza a resecarse demasiado rápido dificultará el proceso de afeitado.

paso 5

Una vez montada la espuma, retiraremos la toalla del rostro de nuestro cliente y de forma elegante y suave para no sacarlo de su estado de relajación.

Comenzaremos a distribuir la espuma por toda la zona a trabajar. Es importante que el primer contacto de la brocha con la piel del cliente se realice de manera suave, posteriormente iremos aplicando cada vez más presión y con movimientos circulares iremos depositando sobre la espuma. Si tenemos una brocha de calidad y suave al tacto podemos dar pequeños golpes que haran un ligero masaje sobre la piel.

paso 6

Procedemos a realizar el afeitado siguiendo los pasos que indica nuestro proceso de afeitado tradicional a navaja.

Una vez realizado el primer afeitado, si es necesario, realizaremos un segundo afeitado pero esta vez con la espuma un poco más líquida o incluso podemos hacer uso de un gel de afeitado.
Este será un rasurado mucho más suave que el anterior, con una presión de la navaja mucho más ligera para evitar irritar la piel. Nos ayudaremos con la mano que no sujeta la navaja para estirar bien la piel o pasar el dedo pulgar en busca de zonas donde sea necesario insistir un poco mas con la navaja.